A medida que transcurría la última parte de la lectura de la sentencia, los rostros de los acusados y de sus familiares se iban transformando de un estado evidente de incertidumbre a un cambio con rasgos de felicidad. Muchos parientes de los acusados, dentro y fuera de la sala, manifestaban su alegría con abrazos y sonrisas. Al fin, para ellos, tendrían a sus familiares en casa.
Pero esto no ocurría con Ángel Rondón y Víctor Díaz Rúa. Sus rostros no reflejaban ningún asomo de alegría. Familiares de ambos se mantuvieron cabizbajos. El fallo de los jueces obliga a ambos imputados a regresar a la cárcel Najayo-Hombres.
“Miriam (Germán Brito, la jueza) no cree en el Ministerio Público”, vociferó José Miguel Minier, el abogado de Rondón, quien, a pesar de que su cliente seguirá en prisión, felicitó a la magistrada “por su valentía”, al afirmar que las pruebas presentadas por la Procuraduría son “insuficientes para probar la culpabilidad de los imputados”.
“La misma jueza Miriam Germán considera que la delación hecha en Brasil no es prueba suficiente”, reforzó Minier.
De su parte, Luz Díaz, abogada de Temístocles Montás, valoró el dictamen de la magistrada Germán y dijo que leerá detenidamente la sentencia para trazar los pasos a seguir por la barra de la defensa.
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