SECUESTRADORES. LA POLICÍA APRESÓ A DOS DE LOS AUTORES DEL RAPTO Y LES PIDIÓ ANOCHE A OTROS SIETE INDIVIDUOS QUE ESTARÍAN INVOLUCRADOS QUE SE ENTREGUEN.
Villa Vásquez.- Un pueblo que lo recibio alborozado, una cena frugal y una misa de accion de gracias, anoche, marcaron de contrastes el retorno a la libertad del joven empresario Eduardo Baldera Gómez, tras culminar un secuestro de 22 días. Baldera Gómez, secuestrado el 18 de septiembre en Nagua, escapó ayer y dos de los implicados fueron apresados por la Policia. Uno de ellos era parte de sus custodios.
El rescate, que al principio montaba 5 millones de dólares, bajó justamente a 1.5 millones de pesos en la víspera.
Baldera Gómez se encontraba secuestrado en una especie de carpa, en un área boscosa entre los parajes Salsipié y Estero Balza, entre la zona costera de Villa Vásquez y la comunidad El Copey del municipio Guayubín.
Al alcanzar la libertad, dijo a la Policía y a la prensa que temía por su vida, porque los secuestradores lo amenazaban constantemente con matarlo si su padre no pagaba por el rescate pedido.
Asimismo, negó categóricamente que se tratara de un autosecuestro. “Ay, Dios mío, como se puede pensar eso de mí, si mi padre y mi madre son locos conmigo y nunca haría una cosa así”.
Subrayó que sus captores lo mantenían encerrado en una casucha aparentemente preparada para tales fines y que en el día lo vendaban y ellos se encapuchaban.
Baldera Gómez explicó que eran dos los que tenían la responsabilidad de cuidarlo y que uno de ellos subía diariamente a la loma a encontrarse con otro de los secuestradores que le llevaba las informaciones.
Los raptores le dejaban las esposas flojas y a veces se las quitaban por breve momento para que comiera, pero que ayer logró quitárselas. En un descuido, sacó la cabeza de la casucha y aprovechando que uno de los secuestrados había subido a la loma, pudo escapar.
Durante el cautiverio le daban de comer pan, salami, galletas y a veces leche. Tras fugarse caminó unas cinco horas y pudo avistar a un señor que ordeñaba una vaca, al que se identificó y le pidió ayuda.
Indicó que quienes lo secuestraron en la residencia de su novia eran tres hombres, ya mayores, que tenían chalecos y gorras a los que pudo identificar.
Quince hombres integraban “comando” que lo secuestró
El jefe de la Policía pidió anoche a siete individuos, aparentemente protegidos por grupos de izquierda, que se entreguen para ser procesados por su participación en el secuestro de Baldera Gómez.
El llamado fue hecho a los nombrados Juan Almonte, Wascar, Ruben, Cecilio y El Chino, que forman parte de lo que se considera una “estructura formal” para el crimen, de la cual hay ya 10 apresados, ocho de ellos con medidas judiciales de coerción.
El general Rafael Guillermo Guzmán Fermín hizo la petición luego de anunciar la captura de dos personas, identificadas como Carlos Marte María y William de Jesús Batista, a las que se imputa acción directa en el secuestro.
De Jesús Batista era una de las dos personas que tenían a su cargo la custodia de Baldera, en una especie de carpa en una zona boscosa de Villa Vásquez, a la que se aproximó una patrulla de tres policías cuando se desencadenaron los sucesos que permitieron al joven empresario de Nagua recobrar su libertad.
Historia de los hechos
La Policía detuvo hace dos días a una persona que había llamado por teléfono a la familia de Baldera para reclamar 1.5 millones de pesos. El individuo nunca supo que estaba hablando con un coronel policial que se hacía pasar por el padre del secuestrado.
A ese individuo lo apresaron en Las Guáranas y dijo que Baldera estaba en cautiverio en uno de dos lugares, o Bonao o Villa Vásquez.
La Policía desplegó dos grupos. Uno de ellos, el de Villa Vásquez, localizó el lugar y cuando se acercaban fueron avistados por uno de los dos custodios de Baldera.
Éste fue atrapado y confesó donde tenían al secuestrado, pero resulta que la patrulla policial no tenía instrucciones de buscar a un secuestrado sino a un supuesto preso que escapó de la cárcel de Rafey, de Santiago.
Los tres policías de la patrulla, dos sargentos y un cabo, no tenían idea al principio de que darían con el paradero de Baldera. Cuando el otro vigilante huyó al ver acercarse a los agentes, el joven secuestrado aprovechó el momento y escapó por una ensenada.
El jefe de la Policía dijo que sus agentes han realizado un trabajo que se caracterizo por una activa vigilancia, perseverancia, fina prudencia y profesionalidad del equipo de investigadores, todos graduados por el FBI.
Eduardo Baldera fue recibido por familiares y una multitud en el play de Nagua.
Baldera Gómez, de 20 años de edad, estuvo en cautiverio en diferentes comunidades rurales pero donde más tiempo duro fue en Villa Vázquez.
Admitió que sus captores no lo maltrataron físicamente, sino que lo mantuvieron con su rostro cubierto, y le decían que si no pagaban el dinero de rescate lo matarían.
LABOR DE LA POLICÍA
El fiscal de Nagua, acompañado del jefe de la Policía, se desplazó a Villa Vásquez y en medio de un amplio dispositivo policial, sacaron al joven del cuartel de Villa Vásquez, en donde había acudido en busca de protección.
Cientos de curiosos se amotinaron en los alrededores del cuartel y fue necesario que tropas especializadas de los Swat de la Policía de Santiago, Navarrete, Villa Vásquez, Monte Cristi y Guayubín, rodearan la zona para poner el orden y controlar a la multitud.
El jefe de la Policía, mayor genenar Rafael Guillermo Guzmán Fermín, dijo que ayer había recibido información de donde se encontraba el joven, luego de haber capturado a otro implicado y que si se logró que Baldera Gómez saliera sano y salvo de las manos de sus raptores “fue por la labor de la Policía, que actuó con perseverancia, prudencia y profesionalidad para aclara ese hecho”.
El jefe de la Policía llegó acompañado del vocero de esa institución el general Nelson Rosario, del jefe de la Policía Preventiva, el general Valentín Vicioso Rosario y otros altos oficiales.
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