NUEVA YORK.- El 9 de enero de 2009 Chris, un inmigrante indocumentado hoy de 44 años, se cayó de una escalera defectuosa mientras pintaba una pared en un edificio ubicado en Rego Park, Queens.
El obrero, quien había comenzado a trabajar en ese lugar tres meses antes, cayó de una altura elevada y terminó en el piso con la espalda totalmente golpeada, principalmente por las malas condiciones del piso.
De inmediato fue llevado al Hospital Elmhurst de Queens sin que sus jefes lo acompañaran, y tras un diagnostico médico de su complicada condición, tuvo que ser sometido a una seria cirugía y nunca más pudo volver a trabajar.
Cuando Chris contactó a sus patrones para pedir una compensación por los daños sufridos, los dueños del edificio para el que trabajaba, (las compañías Fannwood Estates, Woods Management), no solo no lo apoyaron para llevar su caso ante la Junta de Compensación Obrera, sino que le dieron la espalda asegurando que no lo conocían y que él nunca había trabajado allí.
Sus jefes incluso llegaron a decir que si él estaba en ese lugar el día de los hechos, había sido porque entró a una propiedad privada sin autorización.
Dos semanas después, el trabajador interpuso una demanda a través de la firma de abogados Gorayeb and Associates, que inició una dura batalla legal para que se hiciera justicia, y finalmente lo logró: recibió una compensación por $4 millones.
El caso fue decidido en la Corte de Queens en febrero pasado, cuando un juez ordenó que se cancelara la millonaria suma por los daños ocasionados a la vida de este padre de familia, que en opinión del abogado que llevó su caso, debe servir de ejemplo para otros trabajadores que son víctima de abusos y negligencia por parte de empleadores.
Cuando Chris contactó a sus patrones para pedir una compensación por los daños sufridos, los dueños del edificio para el que trabajaba, (las compañías Fannwood Estates, Woods Management), no solo no lo apoyaron para llevar su caso ante la Junta de Compensación Obrera, sino que le dieron la espalda asegurando que no lo conocían y que él nunca había trabajado allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario