Aprender a leer y escribir a los 71 años es una osadía y alguito más: ganas de vivir y de disfrutar la vida.
Durante años, Isabel Mendoza hizo de todo en la lomas de El Jamey; crió sus hijos, cocinó, lavó, planchó, recogió café y trabajó la agricultura.
Le faltaba la letra.
El Plan Quisqueya Aprende Contigo llegó a su casa de la mano de Cristina.
Ahora, cuando baja al pueblo y pasa por cualquier frente de casa, ya puede leer el letrero que dice Cuidado perro guapo y andarse de lejitos.
Cristina Rodríguez, alfabetizadora, ríe cuando ve el resultado de su esfuerzo solidario.
En El Jamey, San Cristóbal, se unieron las políticas públicas inclusivas y la solidaridad entre mujeres.
Con gracia lo dice Isabel: Ya sé escribir mi nombre...y el tuyo también.
Durante años, Isabel Mendoza hizo de todo en la lomas de El Jamey; crió sus hijos, cocinó, lavó, planchó, recogió café y trabajó la agricultura.
Le faltaba la letra.
El Plan Quisqueya Aprende Contigo llegó a su casa de la mano de Cristina.
Ahora, cuando baja al pueblo y pasa por cualquier frente de casa, ya puede leer el letrero que dice Cuidado perro guapo y andarse de lejitos.
Cristina Rodríguez, alfabetizadora, ríe cuando ve el resultado de su esfuerzo solidario.
En El Jamey, San Cristóbal, se unieron las políticas públicas inclusivas y la solidaridad entre mujeres.
Con gracia lo dice Isabel: Ya sé escribir mi nombre...y el tuyo también.
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