Miles de personas salieron a las calles de Puerto Príncipe y otras ciudades a expresar su descontento con la gestión del primer ministro, Ariel Henry, a quien piden su renuncia, además de reclamar la revocación del aumento de los combustibles y criticar el llamado a intervención de las autoridades.
Los inconformes desfilaron por las comunas de Cité Soleil, La Saline y Tiremasse, pero fueron retenidos en Delmas cuando intentaban alcanzar Petion Ville.
Las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos y munición real para despejar las avenidas, mientras los manifestantes respondieron con piedras.
PROTESTAS Y SAQUEOS
Además de la capital, también se reportaron protestas en Cabo Haitiano, en el extremo norte del país, donde los manifestantes saquearon una sucursal bancaria, así como en Gonaives, al noroeste.
Organizaciones políticas y sociales convocaron a una semana de movilización general y amenazan con paralizar nuevamente la nación caribeña.
Las protestas se intensificaron desde finales de agosto en medio de una aguda crisis que atraviesa el país caribeño, aumento de los precios de los combustibles, inflación, inseguridad y bloqueo de los hidrocarburos por parte de los grupos armados.
Ante este escenario y el reciente resurgimiento de un brote de cólera, las autoridades solicitaron un despliegue de tropas extranjeras para hacer frente a las pandillas, lo cual generó numerosas críticas.
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