Con un apoyo sostenido en base a una falsa propaganda basada en una retahíla de mentiras y mitos para el consumo de una desinformada población «revolucionaria», obnubilada por el fanatismo y la ignorancia, y exportada a todo el mundo, principalmente a América Latina, también para el consumo de sus ingenuas huestes drogadas de marxismo,una longeva tiranía comunista ha logrado su supervivencia, a pesar de su evidente fracaso.
El régimen castrista, encabezado por el designado, Miguel Díaz-Canel, que por 64 largos años de férrea dictadura «proletaria», sumida en el fracaso, ha sobrevivido lastimosamente, en agonía, como un parásito desde sus inicios, dependiendo de subsidios, primero, de la brutal tiranía imperialista felizmente desaparecida, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS; y al sucumbir esta, fruto de las dinámicas surgidas del fracaso del modelo económico, político e institucional, la suerte le ofreció al chavismo para seguir sin pudor, parasitando.
Ahora, luego del desplome de la economía venezolana fruto del fracaso total de las fallidas políticas económicas implementadas por el castrochavismo o Socialismo del Siglo 21, el régimen de la isla, busca desesperadamente de una nueva víctima, de la cual seguir alimentándose en su condición de parásito insaciable, ya que Venezuela no puede seguir entregando todos los subsidios que le otorgaba, desde el principio del gobierno del difunto dictador, Hugo Chávez, cuando el precio del petróleo estaba por las nubes y había suficiente producción…
Así, que se ha lanzado a la conquista México, que le coquetea precisamente en momentos de gran precariedad, debido a que en dicho país gobierna un presidente y un partido alineados a los mismos ideales por los que se rige el castrismo, el cual, por medio de su presidente, López Obrador, vergonzoso lacayo de la Habana, se le ha ofrecido en bandeja de plata para acompañar o sustituir al chavismo en su condición de subsidiario del parasitismo de la isla esclavizada.
Aunque quizás no será en los mismos volúmenes de Venezuela, de seguro que López Obrador conjuntamente con Lula Da Silva, en su condición de arrastrados sirvientes del castrismo, ya sea contratando a sus médicos esclavos o de cualquier otra manera, seguirán tratando de sostener en la medida de lo posible, a la criminal e inútil dictadura castrista, la cual se empecina en no ceder ni un ápice de su poder absoluto, aunque siga ejerciendo su papel eterno, de ente parasitario.
¿Hasta cuándo los cubanos podrán soportar que los sigan sometiendo de esa manera? ¡Es necesario que sigan luchando, aunque sea en las precarias condiciones a que los tiene obligado el férreo control ejercido por el perverso y cada día más represivo régimen genocida que los sojuzga de manera inmisericorde!
¡Ojalá que pronto puedan romper esas cadenas, por el bien de Cuba y toda Latinoamérica!
¡Que viva la libertad y la democracia!
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