El gobierno se verá más presionado a realizar lo que ya debía hacer desde hace tiempo.
Es positivo que finalmente se actúe ahora. A medida que se evaden o posponen las soluciones a nuestros problemas, estos se intensificarán, y el costo de resolverlos será cada vez mayor.
Con la llegada de Trump, las soluciones a los desafíos económicos de nuestro país serán aún más urgentes.
Representantes de Estados Unidos integran los directorios de organismos internacionales que supervisan nuestra economía y trazan las líneas para solventar nuestros problemas.
Frecuentemente, estos representantes proyectan en las instituciones internacionales las ideas de su política interna.
Trump critica los subsidios, argumentando que han derivado en corrupción. Aquí, muchos comercios trafican con ellos, y personas vinculadas al régimen monopolizan las ayudas, entre otras irregularidades.
La permanencia de los subsidios perjudica tanto a la economía como a la democracia. Fomentan la falta de iniciativa, incrementan la negligencia y promueven el clientelismo.
Elon Musk, impulsor de la eficiencia gubernamental en la administración Trump, ha mencionado que el gobierno federal puede operar con solo 99 agencias. En nuestro país, existen 103 agencias. Una simplificación administrativa más decidida se alinearía mejor con el concepto de eficiencia que Musk promueve.
Trump optará por proteger a los productores estadounidenses a través de subsidios directos y aranceles a las importaciones. Para evitar que el proteccionismo de EE. UU. afecte nuestra economía y a los consumidores, debemos transformar nuestro sistema especulativo y rentista actual, marcado por elevados intereses financieros, en uno que promueva la producción para satisfacer nuestras necesidades y generar empleo de calidad.
Medidas necesarias
Para lograr esto, es crucial abordar los factores clave de la producción.
Comenzando con el costo del dinero, que se encuentra en un 15%, impulsado por el Estado que compra deuda pública a tasas superiores al 9%, casi igual a las tasas que pagan los bancos. Sin embargo, los intereses que paga el Estado no tributan, lo que crea una competencia desleal a favor del gobierno y en contra del sistema bancario.
Si el gobierno dejara de adquirir los RD$119 mil millones de deuda interna a largo plazo previstos para 2025, aumentaría la oferta monetaria bancaria y reduciría el costo del dinero.
Este ajuste solo sería posible si el gobierno recorta sus gastos en los RD$122 mil millones que se mencionaron como déficit cuando se intentó reformar el sistema tributario.
Es necesario reducir los gastos en burocracia, subsidios y otras partidas corrientes, así como las transferencias a organismos de electricidad y transporte.
Reducir los RD$83 mil millones destinados al sector eléctrico exigiría un rediseño del sistema actual, posiblemente regionalizándolo y verticalizándolo. Los generadores podrían vender energía directamente a los consumidores.
El transporte requiere eliminar los privilegios derivados de los subsidios y del tráfico de rutas de pasajeros y carga, promoviendo la competencia. Además, es urgente frenar el aumento del parque vehicular e implementar transporte masivo para los pasajeros.
Estas reformas disminuirían el gasto y el déficit público, como lo ha señalado el FMI, "garantizando la sostenibilidad de la deuda y posicionándola en una trayectoria firme de descenso".
Representantes de Trump participan en el directorio de organismos internacionales, por lo que las decisiones tomadas allí serán un referente para otras entidades internacionales y financiadores privados.
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