LA HABANA.- Hoy se cumplen 50 años del día en que el fotógrafo cubano Alberto Díaz, conocido como Korda, tomó un primer plano del argentino "Che" Guevara con su boina de guerrillero y el cabello alborotado, una de las imágenes más reproducidas, veneradas y comercializadas del siglo XX.
El 5 de marzo de 1960 el "Che", decretado "cubano de nacimiento" por su compañero de armas Fidel Castro, asistía con otros líderes de la revolución recién nacida al funeral de casi cien víctimas del atentado que sufrió la víspera en el puerto de La Habana el vapor francés "La Coubre", cargado de armas.
La prensa cubana recuerda hoy que era un día gris e invernal (en el Caribe significa que la temperatura no pasó de 20 grados) y que Korda no dimensionó al principio la importancia de la imagen captada con su cámara Leika, la cual, años después, recorrería el planeta en portadas de libros, carteles políticos, fachadas de edificios y camisetas de moda.
El ahora ex presidente Fidel Castro lanzó aquel día por primera vez su no menos famoso "Patria o Muerte", encaramado en una tarima en la que dirigió un encendido discurso a miles de asistentes al funeral-manifestación, con el "Che" en segundo plano.
Cerca del argentino estaban los intelectuales franceses Jean Paul Sartre y Simone de Beauboir, a quienes perseguía Korda, fotógrafo del periódico Revolución, con el rollo de película a punto de acabarse y un lente de 90 milímetros.
Según narró después Korda, Guevara tenía una mirada tan intensa que lo turbó por unos instantes, pero no tanto como para evitar que tomara enseguida dos instantáneas, vertical una, horizontal la otra, antes de que el "Che" desapareciera de nuevo tras los personajes de la primera fila.
La foto "no fue concebida, fue intuida", aseguró también Korda, citado hoy por la prensa habanera, y explicó que luego redondeó en el laboratorio el trabajo para resaltar la mirada, recortando del lado izquierdo de la toma horizontal el perfil de otra persona y del derecho la inevitable palmera tropical.
Resultó así el afamado retrato al que tiempo después Korda bautizó "Guerrillero heróico", que fue reproducido en mil variantes en honor del "Che", que combatió en varios países de América Latina y África antes de morir en un paraje casi deshabitado de los Andes de Bolivia, apenas siete años después.
La foto no fue apreciada inicialmente y ni siquiera acompañó al reportaje que publicó Revolución al día siguiente sobre el sabotaje de "La Coubre" y el funeral multitudinario.
Korda la amplió y colgó en su estudio, junto con un retrato del poeta chileno Pablo Neruda e imágenes familiares.
En su periódico la publicaron por primera vez cinco meses después, para ilustrar una noticia sobre la presencia de Guevara en un acto gubernamental, pero también pasó inadvertida.
Solo empezó a conocerse y difundirse exponencialmente después de la muerte del "Che" en las montañas bolivianas, cuando el propio Fidel Castro buscó una imagen suya para un cartel de un metro por 70 centímetros que se presentó en 1967 en Italia.
Korda no cobró ni un céntimo por su más difundido retrato, aunque el empresario italiano que reprodujo aquel primer cartel vendió en pocos meses un millón de ejemplares, sin citar al fotógrafo pero sí el "copyright" de su editorial,
El colmo de la comercialización de la foto del "Che" llevó a su autor a demandar en 2000 a la productora de vodka Smirnoff, que la utilizó para una campaña publicitaria.
Korda, que tenía entonces 72 años y murió un año después, ganó el pleito a Smirnoff y 60.000 dólares.
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