Muertes y heridos, seguido de llanto y dolor, desesperación, culpas e inconformidad, una fuerte combinación de cosas inesperadamente caídas sobre decenas de familias de la provincia Hato Mayor del Rey, específicamente en el tramo carretero de Sabana de la Mar, quienes desde ayer viven uno de los momentos más dolorosos de su existencia. Un trágico accidente de un autobuses cargado de escolares es la causa, al dejar como desenlace fatal un saldo de dos muertos y 12 heridos.
El día lucía normal para más de treinta menores y sus allegados, quienes habían tomado, como de costumbre, el autobús escolar que los llevaría hasta sus centros de estudios.
Pero este viaje en la unidad de transporte tuvo un trágico giro cuando el vehículo, ocupado a máxima capacidad, fue impactado por un camión de cama larga, arrebatándole la vida a dos de ellos e hiriendo a otros doce, siete de estos de gravedad.
Heridas craneoencefálicas, rostros destrozados, graves contusiones internas y físicas, así como pérdida de extremidades e impacto en la cavidad bucal, fueron algunos de los diagnósticos para Alexandra Clevel, de 17 años, y Estefani Castillo, de 15, las dos fallecidas hasta el momento, y el resto de las víctimas.
QUERÍA SER DOCTORA
Alexandra Clevel fue la primera víctima mortal del accidente. Tenía 17 años, con muchos planes a futuro. Quería convertirse en doctora y recaudar fondos para construir una casa de dos niveles para vivir con su madre, su padre y dos hermanitas que ahora han quedado desoladas.
“Ella siempre iba donde su madre y la abrazaba y le decía:’ tranquila, mami, que yo te voy a hacer una casa’, y mira ahora”, contó, con dolor, Elmanel, su padre, quien dio parte sobre cómo esta noticia destrozó a sus dos hijas menores.
De acuerdo con Elmanel, la tragedia constituye uno de los peores momentos de su vida y nunca se imaginó que tendría que prepararse para llamar a casa y decirle a sus niñas, de 11 y 6 años, que su hermana mayor, ya no volvería más.
Hasta donde las palabras le ayudaron, narró que su hija era muy alegre, dedicada, divertida y animada, pero hoy en la mañana antes de salir de casa, la notó muy “extraña”.
“Esa niña no era así. Ella se levantó y estaba como mareada, como que no quería hacer nada y ni me hablaba ni nada y yo le preguntaba que si estaba bien y no me dijo. Una muchacha que siempre vivía voceando”, dijo. Bajo efectos de medicinales, sedada por la intensidad de la tragedia, primero al enterarse que su hija estaba herida de gravedad y luego al saber que la había perdido, su madre, Rosa Castillo, dice que siempre recordará a su hija “como la mejor”.
“La mejor, ella era la mejor”, afirmó, con lágrimas bajando sobre sus mejillas.
La muerte de Estefani Castillo fue confirmada alrededor de las tres de la tarde, cuando un equipo médico del Hospital Antonio Musa no pudo hacer nada por salvarla tras presentar un trauma contuso y haber llegado en estado agónico, con muerte cerebral.
La chica, de 15 años, residía con su madre, su pareja y dos hermanas, en el Kilómetro 15 de Hato Mayor.
ESTUVO DE SUERTE
Jesús Hernando Berroa vio su vida irse en un segundo. Casi lo pierde todo cuando el autobús, en el que iban cuatro de sus seis hijos, que figuran en la lista de heridos, uno en estado crítico, fue impactado justo al frente de su casa.
“Yo estaba parado aquí afuera para atacar a la más grande para que salga y se suba en la guagua, pero el chofer me dijo que no, que se quedaran ellos dos que en el otro viaje los iba a llevar”, narró.
LOS HERIDOS
De las 12 personas que resultaron heridas, ocho de gravedad, solo se sabe que cuatro están en estado delicado en San Pedro de Macorís, mientras el chófer de la unidad escolar, José Benedicto Rosario, y los alumnos Jefrey Jean y Erica de Jesús, fueron trasladados al Hospital Ramón De Lara, en Santo Domingo.
El conductor del vehículo pesado, Ismael Matos de 24 años, tras lo ocurrido emprendió a la huida y se entregó a las autoridades alrededor de las tres de la tarde.
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