CIUDAD DE MÉXICO.- Cada 17 de septiembre es celebrado el Día Mundial de la Seguridad del Paciente y este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedica la fecha a resaltar la importancia de “una medicación sin daño”.
La seguridad del paciente es una disciplina de la asistencia médica que surgió con el desarrollo y la complejidad de los sistemas de atención de salud. Ésta tiene como objetivo prevenir y reducir riesgos, errores o daños en los pacientes durante la prestación de asistencia sanitaria.
Alrededor del mundo, las prácticas de medicación poco seguras, así como los errores de medicación representan un gasto anual estimado de US$42,000 millones; por ello, es necesario que la industria farmacéutica, distribuidores de productos farmacéuticos, cadenas de farmacias y las autoridades responsables de la creación e implementación de políticas sanitarias, den prioridad a garantizar el acceso a la salud de los ciudadanos sin descuidar la seguridad del paciente.
Gilberto Castañeda, doctor en Aplicaciones Farmacéuticas por la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica y biólogo por la Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad de México, enfatiza que los errores de medicación pueden llegar a ser fácilmente evitables.
“A pesar que diversos factores humanos como la fatiga, condiciones ambientales, desconocimiento, y la escasez de personal en la cadena de suministro y manejo de medicamentos pueden incidir en que éstos sean más frecuentes”.
Los errores de medicación pueden producirse en diferentes etapas del proceso de administración médica y expendio de medicamentos.
Con la pandemia de Covid-19 se presentó un aumento significativo en los daños asociados a este tipo de errores, derivado de temas concretos como la automedicación, el desabasto, la intercambiabilidad y el poco apego a la prescripción médica, ya sea por parte de los pacientes o los dependientes de farmacias que buscan ofrecer una variedad de productos disponibles en el mercado.
“Es importante prestar atención a la prescripción médica, ya que ésta se basa en la experiencia y el conocimiento que el médico tiene sobre la vida y la salud del paciente, recetando aquellos medicamentos que tengan la mejor eficacia y seguridad”, agregó Castañeda.
NO A LA lNTERCAMBIABILIDAD
La intercambiabilidad o intercambio de una marca de medicamento por otra constituye uno de los principales errores de medicación.
Los casos más frecuentes de intercambiabilidad se dan con la sustitución de medicamentos innovadores por genéricos subestándar y es aquí donde las farmacias y sus encargados juegan un papel esencial ya que pueden llegar a recomendar diferentes productos reemplazando lo prescrito por el médico, pudiendo ser esto derivado de un mejor precio o promoción, dejando por un lado el objetivo terapéutico del profesional de la salud.
“Los pacientes se acercan a las farmacias confiados en que ahí conocen los diferentes medicamentos que recetan los doctores; sin embargo, muchas veces los encargados de éstas ofrecen medicamentos diferentes a los prescritos”, dijo el especialista.
“En el caso de medicamentos como la levotiroxina, indicada, principalmente, para pacientes con hipotiroidismo, no deben ser cambiados debido a su naturaleza hormonal”, agregó.
Cada padecimiento y cada paciente debe contar con un tratamiento personalizado que cumpla con las metas de control orientadas a la mejora y preservación del bienestar y salud.
Además, se debe poner atención y apegarse lo más estrictamente posible a estos, ya que un tratamiento deficiente o un medicamento de baja calidad, pueden ocasionar falta de eficacia y tener consecuencias graves y costosas.
Actualmente son muchos los comprometidos en el trabajo del cuidado del paciente, desde médicos, enfermeras, radiólogos, camilleros, técnicos de laboratorio e incluso farmacéuticos y/o dependientes de farmacia involucrados en el manejo y dispensación de fármacos.
La compañía Merck pone especial énfasis en la farmacovigilancia, una rama importante en el monitoreo de la calidad y efecto de los medicamentos.
Se une al objetivo de la OMS a través de su campaña “Medicación sin daño” que busca reducir en un 50 por ciento los daños graves que puedan ocasionar las prácticas de medicación poco seguras y los errores de medicación durante los próximos 5 años.
Los especialistas en salud hacen un llamado para que los pacientes mantengan una línea de comunicación clara y abierta con los médicos, aclarando todas sus inquietudes para no quedarse con preguntas sin responder.
“Ya sea sobre la medicación, tratamientos, alimentos a consumir o hábitos saludables, el paciente debe sentir la confianza de expresar todas sus dudas para con ello asegurarse que le brinden en la farmacia el medicamento de calidad recetado por el profesional de la salud”, finalizó Castañeda.
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