SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.- Ni los jueces ni los espacios físicos del sistema de justicia de la República Dominicana están adaptados para el conocimiento de las grandes operaciones contra la corrupción que desarrolla el Ministerio Público, denunció Mirna Ortiz, coordinadora de Litigación de la Procuraduría Especializada en Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca).
Durante un diálogo con periodistas organizado por la Fiscalía de Santiago, Ortiz habló también de las dificultades para los procesos que provoca al Ministerio Público la interpretación errada de los procedimientos por parte de algunos jueces que persisten en una lectura matemática de los plazos de la prisión preventiva.
“Las diligencias procesales conllevan tiempo, y sus respuestas o resultados no están en manos del Ministerio Público. Por ejemplo, si solicitamos una evaluación médica de unas heridas que están en evolución y todavía el paciente no tiene el nivel de evolución necesario para el médico establecer el tiempo de curación de esas heridas, que va a ser proporcional al tiempo de duración de la pena, entonces el Ministerio Público necesita más tiempo para presentar la acusación”, indicó.
Recordó que cuando se presenta la acusación corresponde al tribunal notificar a todas las partes de ese acto conclusivo y muchas veces los abogados de la defensa quieren arrojar esta responsabilidad sobre los fiscales.
“Si un proceso tiene alrededor de 3,000 páginas, solo en el escrito de acusación, más 5,000 pruebas y de cada prueba de esas que abres se desprenden una cantidad de documentos, es lógico entender que de este plazo de cinco días no resulta razonable para que una persona pueda tomar conocimiento de este volumen de documento y preparar los medios de defensa”, explicó.
Añadió que «en los casos voluminosos que presenta el Ministerio Público algunos jueces interpretan el sentir del legislador al crear las normas para aplicar los plazos».
Citó el caso Medusa, con una acusación de más de 12,000 páginas en la que el juez dio a los imputados alrededor de cuatro meses para producir efectivamente un escrito de defensa que debían haber hecho en cinco días conforme a la ley. «Pese a ello, uno de los abogados acudió al tribunal a pedirle un año para conocer todo lo que el Ministerio Público depositó», adujo.
“¿Qué nos indica esto y qué mensaje nos marca esto? Que el proceso penal dominicano no fue diseñado para estos procesos, el legislador no pensó que tendríamos una acusación de 12,000 páginas cuando otorgó un plazo de cinco días para defenderse”, indicó.
“Esto tiene que llamarnos profundamente a la reflexión, porque lo que debemos ver detrás de todo esto es quizás, una reforma de la propia norma que no contempló la magnitud de estos procesos”, añadió.
Recordó que la propia realidad del espacio físico del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, donde se están conociendo muchas de las grandes operaciones, indica que ni el legislador ni el sistema de justicia se prepararon para estos procesos.
“Cada vez que vamos a conocer una audiencia de la etapa preparatoria en estos procesos, tenemos que buscar salones prestados porque las partes no caben en las salas destinadas a estos fines”, dijo.
Añadió que esa sola realidad evidencia que el legislador nunca pensó “que iba a llegar un Ministerio Público que iba a recoger a todos los robaron tanto; eso fue lo que quizás no pensó; entonces, ni los procesos ni el sistema está preparado”.
Además de Ortiz, en el encuentro intervinieron como exponentes el procurador regional de corte en Santiago, Juan Carlos Bircann, y la directora de la Unidad de Atención Integral a Víctimas de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales de la provincia, Gladisleny Núñez.
El fiscal titular interino de Santiago, Osvaldo Bonilla, agradeció a los periodistas que participaron en el diálogo moderado por Naivi Frías, encargada de Comunicación Digital del Ministerio Público, y Yomaira del Rosario, coordinadora de Prensa de la Fiscalía de Santiago.
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