WASHINGTON (EFE).- En uno de sus últimos actos como presidente, Joe Biden decidió retirar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, una medida que busca facilitar la liberación de presos en la isla y fortalecer los lazos bilaterales. Esta decisión, respaldada por la mediación del Vaticano, se enmarca en una política de acercamiento hacia el pueblo cubano.
Biden también suspendió la posibilidad de que ciudadanos estadounidenses demanden en tribunales a Cuba por expropiaciones pasadas y eliminó ciertas sanciones financieras. Según la Casa Blanca, estas acciones buscan "empoderar al pueblo cubano" y promover los derechos humanos.
Cuba anuncia excarcelación de presos
En respuesta, el gobierno cubano confirmó la liberación de 553 prisioneros, entre ellos participantes de las protestas del 11 de julio de 2021. Según la Cancillería cubana, esta decisión forma parte de un análisis interno en línea con el Jubileo Ordinario de la Iglesia Católica.
Aunque organizaciones como Prisoners Defenders cifran en más de 1,100 los presos políticos en Cuba, la excarcelación representa un paso significativo hacia el alivio de las tensiones internacionales.
Reacciones en La Habana
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, calificó el anuncio de Washington como un "paso en la dirección correcta", aunque limitado. Díaz-Canel agradeció el apoyo internacional en esta decisión, pero señaló que el "bloqueo económico" de Estados Unidos continúa siendo el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba.
El gobierno cubano criticó las políticas de presión económica, como la persecución de suministros de combustible y la interferencia en acuerdos de cooperación médica, y reiteró su compromiso de denunciar estas medidas.
Un cambio en el horizonte
Con la inminente toma de posesión de Donald Trump y su equipo, incluida la probable designación de Marco Rubio como secretario de Estado, existe incertidumbre sobre la continuidad de estas medidas. Cuba teme que se reviertan los avances logrados durante la administración de Biden, tal como ocurrió en el pasado.
A pesar de las tensiones, ambas partes han expresado su disposición a continuar dialogando, con la esperanza de establecer una relación más constructiva en el futuro.
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