La ONU ha instado al Gobierno de Venezuela a asegurar el derecho de la población a opinar y manifestarse sin temor a represalias, a solo días de que comience el nuevo mandato presidencial el 10 de enero, mientras persisten dudas sobre los resultados de las elecciones presidenciales de julio de 2024.
La Misión Internacional Independiente de Investigación lanzó un fuerte llamado a las autoridades en vísperas de este importante cambio, pidiendo a las fuerzas de seguridad que actúen conforme a los más altos estándares internacionales sobre el uso de la fuerza. Esto surge después de que más de 2.400 personas fueran detenidas en las protestas tras las elecciones.
El Ministerio Público ha confirmado que más de 1.300 de esos detenidos ya han sido liberados, pero la ONG Foro Penal asegura que todavía hay más de 1.800 personas encarceladas por motivos políticos en el país.
Marta Valiñas, presidenta de la misión, enfatizó que cualquier violación a los derechos humanos debe ser investigada de forma inmediata, exhaustiva e imparcial, y los responsables deben ser juzgados por tribunales independientes con pleno respeto al debido proceso. Francisco Cox, otro miembro de la misión, subrayó que tanto quienes ordenan como quienes ejecutan las detenciones arbitrarias y torturas son penalmente responsables.
Cox advirtió que en Venezuela sigue operativo el aparato represivo del gobierno, por lo que la misión reiteró su demanda de la liberación de todos los detenidos arbitrariamente y el respeto a la disidencia política y social.
Patricia Tappatá, experta de la misión, destacó que la persecución a opositores o a quienes el gobierno considera como tales ha aumentado, convirtiéndose en un ataque sistemático a la libertad de quienes piensan de manera diferente.
Mientras tanto, el presidente Nicolás Maduro reafirma su derecho a asumir un nuevo mandato el 10 de enero, aunque los órganos oficiales, controlados por el chavismo, aún no han publicado las actas que acrediten su victoria. El principal candidato opositor, Edmundo González, quien está exiliado en España, asegura que debería ser él quien asuma el poder y ha prometido regresar a Venezuela.
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