Con la instalación de Donald Trump en el poder en Estados Unidos, han comenzado a caer muchos de los paradigmas generalmente aceptados, tanto en ese país como aquí en la República Dominicana. Durante años, los gobiernos dominicanos han seguido de cerca las tendencias globales, muchas de las cuales provienen de Estados Unidos o de la región occidental, pero en muchos casos, lo que conviene localmente es adoptar respuestas pragmáticas ajustadas a nuestras propias realidades.
Energía Renovable vs. Energía Fósil
Un ejemplo claro de esta dinámica es el sector energético. Mientras en la República Dominicana seguimos adoptando la estrategia de Estados Unidos de cambiar fuentes tradicionales de energía por renovables, vale la pena reflexionar sobre las recientes declaraciones de Chris Wright, secretario de Energía de Estados Unidos, quien afirmó que es una ilusión pensar que las energías renovables como la solar, eólica o las baterías puedan reemplazar completamente el uso del gas natural.
Wright criticó duramente las políticas implementadas durante el gobierno de Joe Biden en cuanto al cambio climático y sugirió que se estaba haciendo un esfuerzo innecesario y destructivo para la economía estadounidense. Según él, el cambio climático debería ser tratado como un fenómeno natural dentro del proceso de modernización y construcción del mundo actual.
Nueva Punta Catalina
En este contexto, el proyecto de Punta Catalina se erige como una de las respuestas pragmáticas que el país ha adoptado. Al proyectarse la construcción de una central generadora de 700 megavatios a base de carbón, se decidió dejar espacio para replicar una nueva planta con la misma capacidad, lo que permitiría reducir los costos de inversión. Este enfoque responde directamente a la necesidad de superar el déficit energético que mantiene la República Dominicana, y se ajusta a las circunstancias locales, que requieren soluciones inmediatas y sostenibles.
La Fiebre Aviar: Desafíos Locales
Otro de los paradigmas cuestionados es el de la fiebre aviar. En República Dominicana, muchos pensaban que la gripe aviar estaba ausente, pero un diagnóstico realizado hace 8 años confirmó su presencia en el país. Sin embargo, a diferencia de otros países desarrollados, donde el virus afecta gravemente a la producción avícola, los granjeos dominicanos han sabido adaptarse y han logrado duplicar la producción. Esto no significa que la gripe aviar no sea un problema, sino que ha sido manejado de manera más eficiente por los productores nacionales, especialmente los más grandes. Sin embargo, los pequeños productores siguen siendo los más afectados por las muertes en sus parvadas.
Radamés Silverio, veterinario y exdirector del Consejo Nacional de Producción Avícola y Pecuaria (CONAPROPE), aseguró que la gripe aviar no representa un peligro para los seres humanos, lo que permite a los dominicanos seguir consumiendo pollo y huevos sin mayores preocupaciones.
Conclusión: Tomar Decisiones Pragmáticas
La lección de estos paradigmas es clara: debemos ser más pragmáticos en nuestras decisiones políticas y económicas, tomando en cuenta nuestras realidades locales, las cuales, aunque puedan parecer en desacuerdo con las tendencias internacionales, pueden ofrecer soluciones más adaptadas y sostenibles.
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