BOSTON. – En una de las movidas más impactantes del año en la MLB, los San Francisco Giants adquirieron al estelar tercera base Rafael Devers desde los Boston Red Sox, marcando un giro inesperado en el rumbo del equipo de Massachusetts.
El acuerdo, confirmado por el agente de Devers, Nelson Montes de Oca, incluye el envío de Jordan Hicks, el joven zurdo Kyle Harrison, el prometedor jardinero James Tibbs y otro prospecto aún no revelado, según informó Jeff Passan de ESPN.
Devers, de 28 años, se encuentra apenas en la segunda temporada de su contrato de 10 años y 313.5 millones de dólares con Boston. A pesar del enorme monto restante –más de 250 millones de dólares– los Red Sox no enviarán dinero en el acuerdo, lo que indica una clara decisión de cortar lazos y mirar al futuro.
Tensión interna y decisión radical
El sorpresivo traspaso parece estar motivado tanto por razones deportivas como por roces internos. La relación entre Devers y la organización se deterioró significativamente esta primavera, luego de que se negara a jugar en la primera base tras la lesión del inicialista Triston Casas. En lugar de adaptarse, el dominicano fue contundente al afirmar que la gerencia debía "hacer su trabajo" y buscar otro jugador.
Estas declaraciones llevaron a una reunión de emergencia entre la cúpula de los Medias Rojas —incluyendo al propietario John Henry— y el jugador, en Kansas City. Aun así, las diferencias no se resolvieron, y Boston optó por un drástico cambio de rumbo.
Un nuevo comienzo en San Francisco
Los Giants, que han luchado por mantener una ofensiva competitiva esta temporada, apuestan fuerte por un bateador de élite. Devers batea para .272, con 15 jonrones y 58 impulsadas en 73 juegos, números que lo colocan entre los bates más temidos de la liga.
Su llegada busca revitalizar un lineup en crisis y darle un rostro estelar a la franquicia para los años venideros.
Legado en Boston
Firmado por Boston como agente libre internacional en 2013, Devers debutó en las Grandes Ligas con tan solo 20 años, el 25 de julio de 2017. Fue pieza clave en la conquista del título de la Serie Mundial 2018 y lideró al equipo en carreras impulsadas durante cinco campañas consecutivas (2020-2024).
Además, fue tres veces All-Star y terminó dentro del top 20 del MVP de la Liga Americana en cinco ocasiones, consolidándose como uno de los íconos más consistentes del club en la última década.
Este traspaso recuerda el canje de Mookie Betts a los Dodgers en 2020, otra estrella que dejó el Fenway Park en el apogeo de su carrera. La historia se repite, y ahora el reto para Boston será capitalizar su nuevo núcleo joven.
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