RÍO DE JANEIRO. — Un nuevo estudio de opinión realizado por la encuestadora Datafolha ha puesto en evidencia un creciente sentimiento de desencanto social con la figura del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Según los resultados, el 56 % de los brasileños afirma sentir vergüenza del mandatario, frente a un 40 % que todavía expresa orgullo por su liderazgo.
El sondeo se llevó a cabo entre el 10 y el 11 de junio en 136 municipios de todo el país, con una muestra representativa de 2,004 personas entrevistadas cara a cara, revelando el mayor nivel de desaprobación desde el regreso de Lula al poder en enero de 2023, para su tercer mandato presidencial.
Desconfianza generalizada hacia las instituciones
La encuesta también detecta una fuerte erosión de la confianza en las instituciones del Estado brasileño. El 59 % de los consultados manifestó vergüenza del Senado, el 58 % de la Cámara de Diputados, y otro 58 % de los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF), reflejando una crisis de legitimidad que va más allá de la figura presidencial.
En contraste, el sentimiento de orgullo se redirige hacia actores locales y símbolos más cercanos: el 62 % se siente orgulloso de sus alcaldes, el 61 % del pueblo brasileño, el 55 % de las Fuerzas Armadas y el 52 % de los gobernadores regionales.
Del apogeo popular al escepticismo
Los actuales niveles de percepción negativa contrastan con los años dorados de Lula, quien gobernó entre 2003 y 2010 con una imagen de liderazgo robusto y popularidad masiva, en parte gracias a programas sociales como Bolsa Familia, la expansión del crédito interno y el crecimiento sostenido de la economía brasileña, beneficiada por el auge de las materias primas.
Sin embargo, el desgaste comenzó a aflorar en su segundo mandato con escándalos como el del “mensalão” en 2005: una red de pagos ilegales a congresistas para asegurar apoyo legislativo. El caso marcó un punto de inflexión, con 40 implicados procesados por la Corte Suprema y varias condenas emblemáticas que golpearon al Partido de los Trabajadores (PT).
Lula en su tercer mandato: entre el pragmatismo y la desilusión
A pesar de su retorno al poder con la promesa de unidad nacional tras el polarizante gobierno de Jair Bolsonaro, el desgaste político y el escepticismo ciudadano no han dejado de crecer. Los analistas señalan que las tensiones internas en el Congreso, la inflación persistente y la percepción de corrupción heredada siguen afectando la imagen presidencial.
Este nuevo sondeo parece reflejar que el carisma que alguna vez catapultó a Lula como símbolo de la izquierda latinoamericana ya no es suficiente para reconectar con un electorado cada vez más exigente y desconfiado.
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