WASHINGTON / TEHERÁN. – La crisis en torno al programa nuclear iraní escaló a un nuevo nivel de tensión diplomática, luego de que Teherán anunciara oficialmente la suspensión total de su colaboración con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en respuesta a recientes bombardeos sobre instalaciones nucleares atribuidos a Estados Unidos e Israel.
La decisión fue confirmada por el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi, quien además rechazó la solicitud del director general del OIEA, Rafael Grossi, de visitar los sitios afectados. Según Araghchi, la insistencia del organismo en realizar inspecciones «carece de sentido y podría tener intenciones ocultas».
En sus declaraciones públicas, el canciller iraní fue enfático:
“El Parlamento de Irán ha votado a favor de detener la colaboración con el OIEA hasta que se pueda garantizar la seguridad de nuestras actividades nucleares”, escribió en sus redes sociales.
Rubio denuncia amenazas y pide garantías para el OIEA
Desde Washington, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, condenó enérgicamente tanto la negativa de Irán como las supuestas amenazas contra el director del OIEA. En una declaración emitida a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), Rubio escribió:
“Apoyamos los esfuerzos críticos de verificación y control del OIEA en Irán y elogiamos al director general y al organismo por su profesionalidad. Pedimos a Irán que garantice la seguridad del personal del OIEA”.
Más adelante, denunció como “inaceptables” los llamados de sectores iraníes que, según reportes, habrían instado a la detención e incluso ejecución de Grossi, en lo que calificó como una violación grave del derecho internacional.
Contexto de una crisis en expansión
La ruptura de vínculos entre Irán y el OIEA ocurre en un contexto particularmente delicado. A principios de junio, varios ataques con misiles alcanzaron instalaciones consideradas estratégicas para el programa nuclear iraní. Aunque Teherán responsabiliza a EE.UU. e Israel, ninguno de los dos gobiernos ha confirmado ni negado oficialmente su implicación.
En paralelo, el OIEA había solicitado acceso inmediato a dichos sitios para realizar inspecciones de salvaguardia y evaluar posibles daños o desvíos de material nuclear, en cumplimiento de sus obligaciones bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Grossi, conocido por su papel de mediador en conflictos nucleares internacionales, había expresado su deseo de visitar Irán “con urgencia y sin condiciones”. Sin embargo, el Gobierno iraní consideró esta visita como “una provocación innecesaria”.
Riesgos globales y tensiones diplomáticas
El cese de cooperación por parte de Irán incrementa las preocupaciones internacionales sobre la transparencia y el rumbo de su programa nuclear, en un momento en que las negociaciones multilaterales con Occidente se encuentran en punto muerto.
Diversos analistas temen que esta decisión abra la puerta a una posible reactivación del enriquecimiento de uranio a niveles superiores, sin supervisión internacional, lo que alteraría drásticamente el equilibrio regional y global.
Por su parte, el OIEA no ha emitido una reacción oficial inmediata ante las acusaciones ni sobre la seguridad de su director, aunque fuentes diplomáticas han indicado que se evalúan medidas de respuesta ante la nueva postura iraní.
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