Santo Domingo – La Compañía de Jesús en República Dominicana alzó su voz este miércoles contra lo que definieron como una política migratoria “violenta”, caracterizada por deportaciones masivas y frecuentes violaciones a los derechos humanos. En una declaración pública, los jesuitas expresaron su profunda preocupación ante la expulsión sistemática de cerca de 10,000 personas cada semana, en su mayoría haitianos en situación irregular.
La orden religiosa criticó la falta de humanidad en la ejecución de estas medidas y cuestionó su coherencia con los principios constitucionales y con los compromisos internacionales asumidos por el Estado dominicano.
“Esta práctica no sólo vulnera derechos fundamentales, sino que afecta de manera desproporcionada a poblaciones extremadamente vulnerables como niños, adolescentes y mujeres embarazadas”, señalaron los sacerdotes.
Además, denunciaron que se han documentado detenciones arbitrarias, algunas de las cuales han afectado a ciudadanos dominicanos de piel oscura, lo que para ellos pone en evidencia un patrón de discriminación étnica y racial en los operativos migratorios.
Los jesuitas hicieron un llamado urgente a detener las deportaciones masivas y sustituirlas por procedimientos individualizados, que respeten el debido proceso y estén guiados por una cultura de hospitalidad y respeto a la dignidad humana.
También abogaron por una reforma migratoria integral, orientada al largo plazo, que contemple mecanismos justos de regularización para aquellos migrantes que ya contribuyen al desarrollo del país en sectores clave como la agricultura y la construcción.
La Compañía de Jesús respaldó la propuesta del director del Instituto Nacional de Migración, Wilfredo Lozano, que contempla cuatro pilares para una nueva política migratoria:
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Control fronterizo eficaz, con enfoque regional y diferenciado entre migración insular y crisis haitiana.
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Lucha contra el tráfico de personas, mediante una coordinación interinstitucional más fuerte y sanciones legales más severas.
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Documentación laboral para migrantes, facilitada a través de una ventanilla única y responsabilidad compartida con los empleadores.
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Modernización institucional, con un enfoque profesional y sostenible para la gestión migratoria.
Con este pronunciamiento, los jesuitas se suman a las voces que demandan una política migratoria más justa, humana y coherente con los valores constitucionales de la República Dominicana.
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