La repuesta del Observador online a Rafael Molina alcalde de Cotuí - VILLA- LAMATA.NET
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La repuesta del Observador online a Rafael Molina alcalde de Cotuí

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Qué quiere Rafael Molina
La labor de un comunicador es preguntar siempre, dudar y no aceptar como bueno y valido todo lo que le dicen, estar atento a lo que se hace o se deja de hacer en la comunidad, no está obligado a ser caja de resonancia de los funcionarios, sino hacerse eco de las necesidades de los pueblos. Para resaltar sus labores los funcionarios tienen su departamento de relaciones públicas, a través del cual deben vender lo que hacen aún cuando sea lo peor, presentar eso como lo mejor.

Rápido asimiló éste empírico comunicador, preguntar siempre y dudar siempre, eso es lo que enseñan en la universidad a los estudiantes de comunicación, sin embargo, otros hacen lo contrario se pliegan al poder, a los intereses contrarios a la comunidad, pero la historia le pasará factura. En los últimos tiempos los funcionarios municipales encabezados por el alcalde Rafael Molina Lluberes, están muy sensible y deben entender que la labor de los comunicadores es cuestionar todo lo que por el rumor público se conozca que se está haciendo mal. Las cosas comenzaron con la inversión sin planificar en obras que hoy se encuentran paralizadas, muchas de las cuales ahora hay que aumentarle el presupuesto de acuerdo a las versiones, de eso hablaremos próximamente.Creo que el alcalde se excedió al acusar a Raúl Moreno Cárdenas, corresponsal de Telemicro y hermano de quien escribe estas líneas, pues está haciendo el papel correcto de cuestionar para que se informe sobre la gestión que actualmente es cuestionada. Es penoso que un profesional como Molina Lluberes contestara con estos a Raúl Moreno Cárdenas, “Oigame una cosa, lo primero que yo estudie fue periodismo y realice ese trabajo con respeto y dignidad mucho tiempo, pero usted por ser analfabeto por no saber nada de ese digno oficio se empecina en dañar el trabajo que hace esta alcaldía, haciendo preguntas y reportando mentiras sin investigar nada, porque para investigar hay que haber estudiado y usted es analfabeto”, “Usted es un analfabeto y una vergüenza para los periodistas y comunicadores de este pueblo, busque algo en que trabajar que no haga tanto daño porque usted solo reporta lo peor de nuestra comunidad”. O que el alcalde se bajara al nivel de un analfabeto como le llamo, sin embargo, ese analfabeto es el único de los corresponsables que ha mantenido informado al país de lo que está ocurriendo en Cotuí, cuando por dádiva, la Alcaldía compró a una parte y gasta cuantiosos recursos para enfrentar a comunicadores éticos. Tan malo es quien compra como el que se vende. La labor de los comunicadores no es aplaudir las cosas buenas que hagan los funcionarios, pues éste es su deber trabajar para el pueblo que le eligió, en cambio los comunicadores deben dar a conocer las debilidades para mejorar el servicio, denunciar la falta de atención en las comunidades, preocuparse por el pueblo donde viven, no traficar con la función social que tienen bajo su responsabilidad. Los cuestionamientos no se callan sobornando a comunicadores, correcta fue la acción de Raúl Moreno Cárdenas, quien pidió un turno e hizo la pregunta sobre la inversión de los RD$74 millones entregados por la Barrick y también le faltó preguntar por los RD$8 millones que recibe el cabildo de la Tesorería Nacional, más la entrada por concepto del pago de los arbitrios. Raúl Moreno Cárdenas se ha convertido en un ejemplo de laboriosidad y sacrificio, quien aunque no es licenciado hoy ha sobresalido en un pueblo que hay tantos licenciados, pero no conocen que es ser reportero en una provincia, esto lo ha llevado a gozar del apoyo de los ejecutivos de prensa en Telemicro. Lo que debe ser preocupante es que personalidades como Rafael Molina Lluberes haya reaccionado de la forma que lo hizo con una pregunta de un comunicador, toda vez que el alcalde fue corresponsal y distribuidor del periódico Ultima Hora, a principio de los años 70, pero además que se gradúo de derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, quien fue diputado por varios períodos, que debe guardar la compostura frente a otra persona de muy bajo nivel académico. Esa acción de Molina Lluberes deja mucho que decir del funcionario con experiencia, del profesional, del manejador de situaciones. Debe entender este funcionario, que cuando una persona está por debajo de los conocimientos que se exigen, quien ha tenido la dicha de formarse debe estar también en el deber de aportar esos conocimientos a otros. El alcalde debe entender que fue electo por seis años y que tendrá un grupo de persona atento a lo que haga o deje de hacer y que no debe incomodarse por cuestionamientos que se le hagan a su gestión, pues él en otras oportunidades criticó pasadas administraciones y en esa ocasión si era correcto ahora es todo lo contrario. Los que han sido sobornados que continúen recibiendo las dádivas del ayuntamiento, la historia le pasará factura, en eso es que debe incursionar el Colegio Dominicano de Periodistas, la práctica deshonestas, la falta de ética en el ejercicio. Raúl debe continuar su labor apegado a lo que le dicta su conciencia, cuidarse de personas que siempre le ven mal por el trabajo que está haciendo.
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