BRASIL.- El reporte divulgado por el Cuerpo de Bomberos al final del día incluyó 19 cuerpos que fueron hallados este martes, algunos de los cuales en el sitio en que, al parecer, estaba ubicado el restaurante del gigante minero Vale, cuyas instalaciones fueron sepultadas por la ola de residuos minerales.
De acuerdo con el último balance, las autoridades aún buscan a 276 personas consideradas como desaparecidas, en su mayoría empleados de Vale, la mayor productora y exportadora mundial de hierro y propietaria de la presa que se rompió.
La tragedia ocurrió en la tarde del viernes pasado en la jurisdicción de Brumadinho, municipio en el estado de Minas Gerais (sudeste), por la ruptura de una de las presas en la que el gigante minero Vale almacenaba los residuos de una gigantesca mina de hierro.
Tras la ruptura, un río con residuos minerales y lodo sepultó las instalaciones de la propia empresa y diversas viviendas en áreas rurales.
Desde entonces, autoridades nacionales con el apoyo de 136 soldados israelíes que llegaron el domingo con 16 toneladas de equipos especializados se han concentrado en la búsqueda y rescate de víctimas.
El viernes, sin embargo, fue el último día en el que las fuerzas de rescate encontraron personas con vida en el área del desastre, algo que, según las autoridades, es cada vez menos posible, por el tiempo que ha transcurrido y las condiciones de la catástrofe.
La tecnología aportada por el Ejército israelí fue determinante para la localización de nuevos cuerpos este martes, según admitieron los bomberos brasileños y los propios militares de Israel.
El comandante de la misión de las Fuerzas Armadas de Israel que colabora en las tareas de rescate en Brasil, el coronel Golan Vach, destacó que los soldados israelíes hallaron los cuerpos de 15 víctimas y localizaron con vida a una persona que figuraba en la lista de desaparecidos.
Los militares israelíes llegaron con 16 toneladas de material tecnológico, entre satélites, drones, cámaras, radares y equipos capaces de localizar señales telefónicas en hasta tres metros de profundidad.
Estos equipos permiten no sólo trazar mapas detallados del área del desastre, sino también detectar bajo el lodo posibles cuerpos, estructuras y hasta vehículos.
A las pérdidas humanas y el impacto económico que la tragedia ha dejado en la región se suma el daño ambiental, puesto que la avalancha de lodo, según el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), destruyó al menos 125 hectáreas de bosques.
El Gobierno brasileño y las autoridades judiciales no se han hecho esperar y ya han tomado medidas para identificar a los posibles responsables por la tragedia.
Cinco personas fueron detenidas este martes acusadas de haber alterado los documentos técnicos de fiscalización de la seguridad de la presa que provocó el accidente.
De acuerdo con la Fiscalía, dos de ellos son ingenieros que no trabajaban directamente con la compañía minera Vale, sino para una subsidiaria de la alemana TÜV SÜD, cuyos servicios habían sido contratados por la brasileña.
La empresa alemana, con sede en Múnich y filiales en varios países del mundo, entre ellos Brasil, es una reguladora técnica de seguridad en instalaciones industriales.
Los sospechosos fueron detenidos de manera temporal, por espacio de 30 días, mientras las autoridades adelantan las indagaciones que corroboren las sospechas de fraude en los informes de seguridad.
Según las autoridades judiciales, los documentos indagados que llevaron a ordenar las capturas demuestran la existencia de indicios de autoría o participación de los representados en falsedad ideológica, crímenes ambientales y homicidios.
El Gobierno, por su parte, ordenó la fiscalización inmediata de todas las represas de empresas mineras del país, dando prioridad a 3.386 que fueron clasificados con “daño potencial asociado alto” o “riesgo alto”.
BRASIL.- El reporte divulgado por el Cuerpo de Bomberos al final del día incluyó 19 cuerpos que fueron hallados este martes, algunos de los cuales en el sitio en que, al parecer, estaba ubicado el restaurante del gigante minero Vale, cuyas instalaciones fueron sepultadas por la ola de residuos minerales.
De acuerdo con el último balance, las autoridades aún buscan a 276 personas consideradas como desaparecidas, en su mayoría empleados de Vale, la mayor productora y exportadora mundial de hierro y propietaria de la presa que se rompió.
La tragedia ocurrió en la tarde del viernes pasado en la jurisdicción de Brumadinho, municipio en el estado de Minas Gerais (sudeste), por la ruptura de una de las presas en la que el gigante minero Vale almacenaba los residuos de una gigantesca mina de hierro.
Tras la ruptura, un río con residuos minerales y lodo sepultó las instalaciones de la propia empresa y diversas viviendas en áreas rurales.
Desde entonces, autoridades nacionales con el apoyo de 136 soldados israelíes que llegaron el domingo con 16 toneladas de equipos especializados se han concentrado en la búsqueda y rescate de víctimas.
El viernes, sin embargo, fue el último día en el que las fuerzas de rescate encontraron personas con vida en el área del desastre, algo que, según las autoridades, es cada vez menos posible, por el tiempo que ha transcurrido y las condiciones de la catástrofe.
La tecnología aportada por el Ejército israelí fue determinante para la localización de nuevos cuerpos este martes, según admitieron los bomberos brasileños y los propios militares de Israel.
El comandante de la misión de las Fuerzas Armadas de Israel que colabora en las tareas de rescate en Brasil, el coronel Golan Vach, destacó que los soldados israelíes hallaron los cuerpos de 15 víctimas y localizaron con vida a una persona que figuraba en la lista de desaparecidos.
Los militares israelíes llegaron con 16 toneladas de material tecnológico, entre satélites, drones, cámaras, radares y equipos capaces de localizar señales telefónicas en hasta tres metros de profundidad.
Estos equipos permiten no sólo trazar mapas detallados del área del desastre, sino también detectar bajo el lodo posibles cuerpos, estructuras y hasta vehículos.
A las pérdidas humanas y el impacto económico que la tragedia ha dejado en la región se suma el daño ambiental, puesto que la avalancha de lodo, según el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), destruyó al menos 125 hectáreas de bosques.
El Gobierno brasileño y las autoridades judiciales no se han hecho esperar y ya han tomado medidas para identificar a los posibles responsables por la tragedia.
Cinco personas fueron detenidas este martes acusadas de haber alterado los documentos técnicos de fiscalización de la seguridad de la presa que provocó el accidente.
De acuerdo con la Fiscalía, dos de ellos son ingenieros que no trabajaban directamente con la compañía minera Vale, sino para una subsidiaria de la alemana TÜV SÜD, cuyos servicios habían sido contratados por la brasileña.
La empresa alemana, con sede en Múnich y filiales en varios países del mundo, entre ellos Brasil, es una reguladora técnica de seguridad en instalaciones industriales.
Los sospechosos fueron detenidos de manera temporal, por espacio de 30 días, mientras las autoridades adelantan las indagaciones que corroboren las sospechas de fraude en los informes de seguridad.
Según las autoridades judiciales, los documentos indagados que llevaron a ordenar las capturas demuestran la existencia de indicios de autoría o participación de los representados en falsedad ideológica, crímenes ambientales y homicidios.
El Gobierno, por su parte, ordenó la fiscalización inmediata de todas las represas de empresas mineras del país, dando prioridad a 3.386 que fueron clasificados con “daño potencial asociado alto” o “riesgo alto”.
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