Son preocupantes y constituyen trabas a la inversión y desarrollo del turismo en la República Dominicana las tardanzas del Ministerio de Medioambiente en la otorgación de permisos a empresarios nacionales y extranjeros que desean invertir en determinadas áreas del territorio nacional
Estos últimos deben esperar meses, hasta un año, para obtener un certificado de no objeción, lo cual evidencia una gestión inoperante e inexplicable en un país que promueve la inversión de capitales extranjeros y en donde el Gobierno trata de rescatar el sector turístico tras la pandemia de COVID-19.
Suman decenas los inversionistas que, tras una larga espera, han optado por marcharse a otros lugares donde hay menos burocracia en las oficinas gubernamentales.
La dilación de estos procesos es una de las formas más gravosas de negar un derecho a los ciudadanos. Por vía de consecuencia, constituye un retroceso para el desarrollo de la nación pues pone en riesgo no solo la inversión económica sino también la protección de las áreas que no son posibles de delimitar en un tiempo oportuno.
El Ministerio de Medioambiente, a través de herramientas tecnológicas de georreferenciación, debería poner a disposición de los inversionistas las áreas en las que el país permite desarrollar proyectos, hacer más eficiente y transparente sus servicios.
Sólo de esta forma se pondría a tono con el interés que ha mostrado el presidente Luis Abinader de retomar el desarrollo del turismo, sector que fue duramente golpeado por la pandemia de COVID-19.
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