LONDRES.- La reina de Inglaterra, Isabel II, falleció este jueves, a sus 96 años de edad, luego de que fuera puesta bajo supervisión médica en su castillo escocés de Balmoral, adonde se dirigieron sus hijos y nietos, por graves problemas de salud.
La información la dieron a conocer al mundo los medios de comunicación británicos Asociación de la Prensa y BBC.
La reina de Inglaterra había cumplido 70 años en el trono, lo que la convirtió en la monarca con el reinado más largo de la historia y solo superada por Luis XIV, el también conocido como Rey Sol en Francia, que se mantuvo 72.
El martes, la monarca había recibido en Balmoral al primer ministro dimisionario Boris Johnson y a su sucesora a la cabeza del Partido Conservador, Liz Truss, a la que encargó formar gobierno como nueva líder de la mayoría parlamentaria.
Una imagen del acto difundida por el Palacio de Buckingham, en que se veía a la monarca dando la mano a Truss, provocó inquietud porque la mano de la reina aparecía inusualmente amoratada.
Por primera vez en su largo mandato, Isabel II había decidido quedarse en Balmoral en lugar de regresar a Londres, donde suele tener lugar la transición, debido a sus problemas de salud.
El miércoles por la noche, la casa real había anunciado que la monarca decidió posponer un acto en línea después de que sus médicos le aconsejaran descansar.
Isabel II estuvo prácticamente ausente de las celebraciones de su jubileo de platino, en que apareció sólo dos veces brevemente en el balcón del Palacio de Buckingham para saludar a las decenas de miles de personas allí reunidas.
Sin embargo, unas semanas después participó en varios actos públicos en Escocia, apareciendo sonriente y con un bastón en un desfile de las fuerzas armadas en Edimburgo a finales de junio.
La prematura muerte de rey Jorge VI el 6 de febrero de 1952 a consecuencia de un cáncer de pulmón a los 56 años, sorprendió a su joven hija, de 25, en Kenia, adonde había viajado en un tour de la Commonwealth con su esposo Felipe de Edimburgo, con quien había contraído matrimonio en 1947, y del que regresó ya convertida en monarca.
Fue él quien le comunicó el fallecimiento de su progenitor mientras dormía en la residencia de Sandringham, en el este de Inglaterra. El óbito obligó a la pareja a regresar precipitadamente a Londres, donde les esperaba, a pie de la escalerilla del avión y ataviado de riguroso luto, Winston Churchill, el primero de los 14 primeros ministros con los que Isabel II ha departido durante setenta años.
Su coronación el 2 de junio de 1953 en la Abadía de Westminster se convirtió en el gran acontecimiento mundial del año y en la primera retransmisión en directo que hizo la BBC.
Madre de cuatro hijos y con ocho nietos y doce bisnietos, Isabel II, jefa de Estado de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth -excolonias y protectorados británicos), en septiembre de 2015 superó los 63 años de reinado de su tatarabuela la reina Victoria -que rigió de 1837 hasta su muerte en 1901, tras acceder al trono con solo 18 años- y también la ha batido en edad, pues Victoria vivió hasta los 81.
A lo largo de su reinado Isabel II recorrió 120 países (de un total de 196), lo que equivale a 42 vueltas completas al mundo y protagonizó unos 265 viajes al exterior, entre ellos, el que hizo a España en octubre de 1988, el primero de un monarca del Reino Unido, y su visita en mayo de 1991 a EE. UU., ante cuyo Congreso pronunció el primer discurso de un monarca británico.
Aparte de sus luces, su reinado también estuvo rodeado de capítulos menos amables, como el fallecimiento de su nuera Diana de Gales en 1997, la muerte de su esposo en 2021, la partida a Estados Unidos de su nieto Harry con su esposa Meghan, o la implicación de su cuarto hijo, el príncipe Andrés, en un presunto abuso de menores recientemente.
El fallecimiento de su marido, el duque de Edimburgo, en abril de 2021, a punto de cumplir un siglo de vida y con quien estuvo casada casi 75 años, le supuso uno de los golpes más duros en su vida.
Las imágenes emitidas por televisión durante el funeral, que mostraban a una reina Isabel II completamente en soledad, a consecuencia de la pandemia, en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, dieron la vuelta al mundo mientras la prensa británica se hacía eco de las fiestas ilegales previas que el primer ministro, Boris Johnson había celebrado en su residencia oficial de Downing Street.
Uno de los últimos capítulos para disgusto de la Reina lo protagonizaron su nieto Harry, segundo hijo de lady Di y el príncipe Carlos, y su esposa Meghan Markle en febrero de 2021 cuando decidieron abandonar sus funciones en Reino Unido para vivir en California.
Aunque el punto de inflexión llegó con una explosiva entrevista concedida a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, y emitida en horario de máxima audiencia en la cadena estadounidense CBS, en la que la pareja criticó a la Casa de Windsor y Meghan reveló que ciertos miembros de la familia real expresaron dudas sobre el color de piel que tendría su primer hijo con el príncipe Enrique.
Sus últimos años de reinado se vieron también empañados por la reciente imputación de su tercer hijo, el príncipe Andrés, por un tribunal de Nueva York en un caso de presunto abuso sexual de una menor relacionado con una red liderada por el exmagnate estadounidense, Jeffey Esptein, quien se suicidó en 2019 en su celda a la espera de juicio por estos mismos motivos.
En este marco, la reina le retiró hace días todos los títulos militares, y también previamente le había apartado de toda actividad pública de tal forma que no podrá utilizar más el título de «Su Alteza Real» en ninguna capacidad oficial.
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