Desde un punto de vista eminentemente técnico, no político, aprovecharé las siguientes líneas para analizar la forma en que el opositor Partido Fuerza del Pueblo (FP) ha conducido su campaña electoral.
SUS ATRIBUTOS
Siendo justos, lo primero que debemos reconocer es que esta entidad fundada hace apenas cuatro años, ha sido estructurada a tono con lo que su líder Leonel Fernández y otros ex dirigentes peledeístas aprendieron del profesor Juan Bosch (de quien nadie duda fue el propulsor de las dos mejor organizadas fuerzas políticas de la República Dominicana: PRD y PLD).
Al igual que el PLD, la Fuerza del Pueblo es un partido de cuadros, con organismos bien definidos y directivos conscientes de su rol que se reúnen con regularidad y toman decisiones conjuntas.
Y si seguimos siendo justos y dejamos a un lado los apasionamientos, debemos también reconocer que Leonel Fernández, quien ejerció el poder durante tres períodos (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012) es el tercero que ha tenido oportunidad de entregar más obras y a la República Dominicana. independientemente de las fallas o debilidades que sus gobiernos hayan tenido. (Los dos primeros fueron Trujillo y Balaguer, por el largo tiempo de ejercicio del poder: el primero 31 años y segundo 22)
LAS OBRAS DE LEONEL
Para el autor de estas líneas, la realización de más envergadura de Leonel fue haber modernizado el aparato administrativo del Estado Dominicano, gracias a lo cual se agilizó el trabajo de las oficinas públicas y fueron erradicadas nocivas prácticas que, fruto de la desorganización, imperaban desde antaño.
También, obras trascendentes suyas son el Metro de Santo Domingo una amplia y costosa red de obras viales en prácticamente toda la geografía nacional, de las cuales las más sobresalientes son los elevados y pasos a desnivel de esta capital y Santiago de los Caballeros, la creación y puesta en operación del Instituto Tecnològico de las Américas así como el estímulo que como gobernante dio a la industria de la construcción. Tuvo también un manejo adecuado de la política exterior del país.
EL CASO DE BALAGUER
Aunque luzca inoportuno resaltarlo, hay que recordar aquí que Balaguer perdió las elecciones del 1978 en circunstancias tan peculiares que la mayorìa de la población pensaba que él estaba políticamente sepultado (acusado de pretender eternizarse en el poder, haber asesinado izquierdistas, impedir el surgimiento nuevos líderes en el PRSC, permitir a los miembros de su “anillo” actos de corrupción y de muchas otras cosas más).
Para agravar más su situación, precisamente en el 78 salió relucir que estaba ciego, tenía flebitis y otras enfermedades típicas de su edad (71 años).
Pero Balaguer, un hombre sagaz, sabiamente aprovechó tres nuevas circunstancias que se presentaron en el panorama nacional: 1) El suicidio de Antonio Guzmán el 4 julio del 1982, 2) Las terribles contradicciones internas del PRD, el partido gobernante y 3) La impopularidad del presidente Salvador Jorge Blanco, agravada por un acuerdo de su gobierno con el Fondo Monetario Internacional.
El líder reformista, haciendo caso omiso a su edad y problemas de salud, vió la oportunidad de volver a la palestra pública y optar por un nuevo mandato presidencial. Lo primero que hizo fue aglutinar a avezados y vigorosos jóvenes, y lo segundo: aceptar que el país estaba viviendo tiempos diferentes y él debía ajustarse a los lineamientos de la publicidad política moderna.
Su campaña electoral estuvo desde un principio basada en resaltar todas las obras de envergadura de los gobiernos reformistas (presas, canales, escuelas, múltiples edificaciones públicas, grandes avenidas, carreteras y autopistas así como otras que habían contribuido vigorosamente al desarrollo nacional).
EL PERSONAJE “DON CHENCHO”
Un famoso publicista que fue contratado para la campaña del PRSC, creó un personaje llamado “Don Chencho”, quien con lenguaje casi campesino, popularizó las frases: “Eso, lo hizo Balaguer» y “Balaguer prometió y dio”, queriendo significar con esta última que quienes habían sucedido a Balaguer ofrecieron muchas cosas y cumplieron muy pocas.
A partir de entonces, el anciano líder comenzó a hacer promesas a diestra y siniestra.
LOS ERRORES DE LEONEL
Entendemos que en esta oportunidad en que trata de volver al poder, Leonel Fernández ha debido fundamentar su campaña en lo que él hizo y lo que es capaz de hacer. Debió comenzar recordando a los ciudadanos viejos y a los miles de nuevos jóvenes, las cosas positivas que él realizó en sus tres períodos de Gobierno. Luego exponer sus planes para consolidar el desarrollo del país y resolver los problemas que él y otros políticos critican. (Desconocemos por qué él descontinuó un plan denominado “República Dominicana 2044” en el cual esbozaba las principales iniciativas que su partido contempla para apuntalar el desarrollo económico, social, turístico y cultural de las distintas provincias).
Ha sido un error suyo ha sido NO especificar cuál es su promesa de campaña. Es insulso el slogan «Volvamos pá lante» que están utilizando, pues eso NO constituye una oferta concreta.
Ha sido inadecuado canalizar el grueso de sus recursos económicos a la colocación de vallas publicitarias, en razón de que él es un político altamente reconocido (y estas últimas están destinadas a los nuevos que ahora es que están dando a conocer sus caras).
Otro error ha sido concentrarse en mensajitos de YouTube, obviando a los periódicos tradicionales y a los de internet para hacer su propaganda.
Limitarse a hacer críticas al actual Gobierno ha sido otro gran error, pues, tomar como parámetro de lo que está bien o mal lo que Abinader hace o no hace, subliminal e indirectamente confiere a este último una peculiar importancia.
PROPUESTAS NOVEDOSAS
No debemos perder de vista que, gústennos o no, la República Dominicana ha seguido progresando gracias a los esfuerzos gubernamentales de Abinader pero también a los del propio Fernández y de Danilo Medina. Esto significa que en estos momentos en que el país tiene una democracia madura, de 63 años de ejercicio, en que no hay pandemia, peligro ideológico, amenaza externa, desastre natural ni ningún problema de envergadura, al electorado de este país hay que hablarle de cosas trascendentes e interesantes. El candidato que exponga más planes de desarrollo así como propuestas lógicas, concretas y atractivas, será quien resultará victorioso en la próxima contienda electoral.
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