PUERTO PRÍNCIPE. – La situación humanitaria en Haití continúa deteriorándose a pasos acelerados. Según el más reciente informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), solo en el mes de abril más de 67,000 personas fueron desplazadas por la violencia, mientras se profundizan la inseguridad alimentaria y la falta de acceso a servicios básicos como la salud y la educación.
El informe, que abarca del 1 al 30 de abril de 2025, pone especial énfasis en la creciente actividad violenta de las bandas armadas en los departamentos de Centro y Artibonite, regiones que han visto multiplicarse los ataques y desplazamientos forzados en cuestión de semanas.
Departamentos Centro y Artibonite, bajo asedio
En el departamento de Centro, más de 51,000 personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares como consecuencia de ataques que comenzaron a finales de marzo. De ellas, una parte fue acogida por familias solidarias, pero al menos 12,584 personas se refugiaron en 95 espacios improvisados, sin condiciones mínimas de habitabilidad.
En Artibonite, particularmente en la comuna de Petite Rivière, la violencia desatada desde el 28 de abril provocó más de 16,000 nuevos desplazamientos. Estas cifras elevan el número total de personas desplazadas en todo el país a más de un millón, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de las cuales 203,789 viven en refugios temporales, un 10 % más que en marzo.
El número de refugios improvisados casi se duplicó en un mes, pasando de 119 en marzo a 228 en abril, reflejo directo del colapso de la capacidad estatal para brindar seguridad o asistencia humanitaria.
Hambre y desnutrición en niveles alarmantes
Paralelamente, Haití atraviesa una crisis alimentaria sin precedentes. El último análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) revela que 5.7 millones de personas, es decir, más de la mitad de la población, sufren inseguridad alimentaria aguda, superando las proyecciones de 5.4 millones del año pasado.
De esa cifra, más de un millón son niños, según Unicef, quienes enfrentan desnutrición y enfermedades relacionadas con la falta de alimentos y atención médica.
Educación infantil, otra víctima de la violencia
La violencia también ha afectado gravemente al sistema educativo. Al 30 de abril, 1,600 escuelas permanecían cerradas, lo que representa un aumento del 60 % respecto a comienzos de año. Como consecuencia, más de 243,000 niños están fuera del sistema educativo, lo que compromete aún más el futuro de una generación ya marcada por la precariedad y la inseguridad.
.jpg "images%20(1)")
No hay comentarios:
Publicar un comentario