Metal Shark entrega nuevo patrullero de alta velocidad a la Armada Dominicana

Santo Domingo – La Armada de la República Dominicana recibirá en los próximos días un nuevo patrullero costero de última generación, construido por la empresa estadounidense Metal Shark como parte de un acuerdo bilateral de cooperación en seguridad marítima.

La embarcación, del tipo Defiant 85′, zarpó recientemente desde el astillero de la compañía en Franklin, Louisiana, con tripulación de entrega a bordo, rumbo al país. Se trata de la segunda unidad de su clase destinada a reforzar la capacidad operativa de la fuerza naval dominicana.

Parte de un ambicioso programa regional

Este nuevo patrullero es gemelo del GC-102 Betelgeuse, entregado en agosto de 2020, y forma parte de un paquete de 13 embarcaciones comisionadas por el gobierno de Estados Unidos a Metal Shark. El contrato, valorado en hasta 54 millones de dólares, busca fortalecer las capacidades marítimas de naciones aliadas en Centroamérica y el Caribe, incluyendo Honduras, El Salvador, Guatemala y Costa Rica.

Especificaciones técnicas y operativas

Con una eslora de 26,5 metros y una manga de 6,2 metros, la nueva unidad está impulsada por dos motores MTU de alto rendimiento, capaces de alcanzar velocidades de hasta 28 nudos. Diseñado para misiones de patrullaje costero, el patrullero puede operar de forma autónoma durante seis días y transportar una tripulación superior a las diez personas.

El buque también incorpora una lancha auxiliar RIB de entre 5 y 5,5 metros, que puede ser desplegada rápidamente gracias a una rampa integrada, lo que le permite operar con agilidad en zonas de difícil acceso.

Objetivos y misiones estratégicas

El nuevo patrullero reforzará las capacidades de la Armada Dominicana en operaciones clave como vigilancia costera, control fronterizo marítimo, lucha contra el narcotráfico, interdicción de actividades ilegales y misiones de búsqueda y rescate en aguas territoriales.

Con esta adquisición, la Armada reafirma su compromiso con la protección de la soberanía nacional y la seguridad de las rutas marítimas, en un contexto regional donde el tráfico ilícito y la migración irregular continúan siendo desafíos importantes.