SANTO DOMINGO. – El presidente del Partido Esperanza Democrática (PED), Ramfis Domínguez Trujillo, envió una carta al papa León XIV en la que advierte sobre lo que considera una crisis nacional provocada por la inmigración haitiana ilegal, a la que atribuye una carga económica, social y de seguridad insostenible para el país.
En su misiva, el dirigente político estima que más del 10% del presupuesto nacional, equivalente a unos 2,000 millones de dólares anuales, se destinan a servicios que benefician directa o indirectamente a ciudadanos haitianos en condición irregular o naturalizados. Según Domínguez Trujillo, esta presión ha comenzado a hacer colapsar sectores clave como salud, educación y seguridad.
Saturación hospitalaria y desplazamiento social
Uno de los puntos más críticos que denuncia el político es la situación en los hospitales públicos, donde asegura que hasta el 62% de los partos registrados corresponden a mujeres haitianas indocumentadas. Esta situación, dice, ha desplazado a mujeres dominicanas y en algunos casos, ha derivado en muertes por falta de atención oportuna.
“La frontera ha sido convertida en una autopista hacia los servicios dominicanos, sin control ni responsabilidad compartida”, expresa. También advierte que muchos de estos partos ocurren como parte de un patrón en el que mujeres haitianas cruzan la frontera para dar a luz gratuitamente.
Defensa de la soberanía
Domínguez Trujillo defiende el derecho soberano del país a controlar su territorio, citando incluso las Escrituras (Romanos 13:1-7) como base moral para que las autoridades garanticen orden, justicia y protección de la nación. Asegura que no actuar sería “una traición a los deberes que nos ha confiado el Señor”.
También critica el estado de vulnerabilidad fronteriza, denunciando la entrada de armas, drogas y mercancías ilegales, así como el tráfico de niños, debido a la falta de un sistema eficaz de control y un muro físico fronterizo.
Llamado a la comunidad internacional
El dirigente político propone que toda ayuda humanitaria internacional que actualmente se canaliza a través de República Dominicana sea redireccionada hacia Haití, siempre y cuando esto permita aliviar la presión migratoria sobre el país.
Asimismo, pide al Vaticano y a la comunidad internacional que apoyen una intervención estructurada en Haití, con presencia militar y capacidad institucional suficiente para restaurar el orden en ese país.
Crítica a las medidas actuales
Aunque reconoce la intención del presidente Luis Abinader con su plan migratorio de 15 puntos, Ramfis considera que la meta de 40,000 deportaciones mensuales es irrealista, y que actualmente Migración apenas puede manejar 15,000 repatriaciones en condiciones óptimas.
Además, respalda el mejoramiento urgente de los centros de detención migratoria y propone la creación de tribunales especializados en migración y una Fiscalía de Frontera, para garantizar procesos más dignos, ágiles y libres de corrupción.
"No es xenofobia, es responsabilidad"
Finalmente, Domínguez Trujillo asegura que su postura no nace de ningún sentimiento de odio o discriminación, sino del compromiso con el pueblo dominicano, cuya realidad —según él— es de pobreza, abandono institucional y pérdida de control sobre su propio destino.
“Es mi deber como católico y dominicano, luchar por una República Dominicana soberana, ordenada y con futuro”, concluye.
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