Los objetivos militares señalados por Moscú incluyen fábricas de drones, sistemas móviles y una base aérea, además de una refinería. Según el propio Ministerio, todos los blancos fueron alcanzados.
Desde Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski calificó este bombardeo como uno de los más intensos desde que comenzó la guerra en 2022. Aseguró que fueron lanzados más de 550 misiles y drones, dejando más de 20 heridos en Kiev y daños en otras zonas del país.
Zelenski insistió en que este tipo de ataques confirman que Rusia no busca el fin de la guerra y pidió más presión internacional, sanciones económicas y acciones firmes, especialmente por parte de Estados Unidos.
Mientras tanto, el ejército ruso anunció también la toma de una localidad en Donetsk llamada Predtechino, avanzando así en su ofensiva sobre la región del este de Ucrania. Donetsk forma parte de las cuatro provincias ucranianas que Rusia anexó en 2022, en un proceso no reconocido por la comunidad internacional.
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