WASHINGTON, 21 de junio de 2025. – En medio de la creciente tensión militar con Israel y la amenaza de una posible ofensiva estadounidense, el líder supremo de Irán, ayatolá Alí Jameneí, habría designado discretamente a tres posibles sucesores para garantizar una transición rápida y ordenada en caso de fallecer durante un ataque. Así lo reportó el diario estadounidense The New York Times, citando a tres altos funcionarios iraníes.
Según las fuentes, Jameneí, de 86 años, transmitió instrucciones claras a la Asamblea de Expertos, el órgano religioso encargado de elegir al líder supremo, para que el próximo nombramiento se limite a una terna de clérigos previamente seleccionados por él. Actualmente, se encontraría refugiado en un búnker secreto por razones de seguridad.
Este movimiento, poco común en la política iraní, refleja la preocupación del ayatolá por asegurar la continuidad del régimen islámico en un momento crítico para el país, marcado por ataques directos en su territorio y un riesgo real de escalada a una guerra regional a gran escala.
Israel y EE.UU. intensifican presión sobre Irán
El conflicto se agravó desde la semana pasada, cuando Israel bombardeó instalaciones nucleares y militares dentro de Irán, desencadenando una ola de ataques recíprocos sin precedentes entre ambas potencias regionales.
La situación ha provocado inquietud global, especialmente por los riesgos de proliferación nuclear. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que en un plazo de dos semanas tomará una decisión sobre la posible incorporación de su país a los ataques israelíes. Su objetivo, dijo, sería impedir que Irán logre desarrollar un arma nuclear.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ido más allá al señalar que “eliminar a Jameneí pondría fin al conflicto”. Trump, aunque reconoció públicamente conocer la ubicación del líder supremo iraní, descartó por ahora su asesinato directo.
Una figura clave del poder iraní
El líder supremo es la máxima autoridad de la República Islámica y concentra un poder absoluto: controla las Fuerzas Armadas, supervisa los tres poderes del Estado y es la referencia espiritual del chiismo en Irán.
Su eventual muerte no solo abriría una sucesión compleja, sino que podría alterar el equilibrio de poder interno y desencadenar una lucha política en la élite clerical, en un contexto donde la estabilidad institucional es clave para la supervivencia del régimen.
En este escenario volátil, la designación anticipada de posibles sucesores busca evitar una crisis de gobernabilidad que podría ser aprovechada por actores internos o externos para debilitar al régimen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario